Hoy las cosas han sido de lo más normal, sí, los mismos problemas de siempre, la misma monotonía de siempre. Es esto lo que me hace preguntarme, ¿Por qué sigo aquí? ¿que hago aquí?
Desde niño mis padres me decían que hiciera algo de mi vida, que ocupara mi tiempo para cosas productivas, y lo intenté infinidad de veces sin mucho éxito.
El nudo en mi garganta me obliga a callar, y evitar salir de mi cuarto, ésta enorme habitación que no tiene un ventanal y, en su lugar, hay una manta clavada en el marco de la pared, con agujeros y un tanto rasgada. Al lado de mi cama hay una ventana entre pequeños pedazos de muro, cortinas blancas de matiz amarillento y un sarape gris que evita la entrada de la poca luz de hoy. Son las cinco de la tarde, una de mis horas favoritas del día, cuando más disfruto el sol, porque es tibio y comienza a iluminar las cosas de su tenaz anaranjado, pero... hoy está oscuro, está un poco nublado, pero las nubes brillan de un gris esclarecido por la poca densidad en el cielo; no se ve lúgubre como me gustaría que fuera en realidad, porque es una mala combinación, simple y sencillamente así, me disgusta que se nuble y haya luz.
Estoy acostado en la cama, precisamente escribiendo ésto, sin muchos ánimos, mas que la necesidad de redactar palabras, tal vez para desahogarme de éste vacío. Sé perfectamente que a nadie le interesa, porque sólo soy una persona más entre los 7 mil millones de habitantes en éste insignificante pero maravilloso mundo.
Escucho música con los audífonos de diadema, escuchando el suave golpe de las teclas con mis dedos, y éstas contra la laptop. No sé por dónde comenzar, lo más posible es que ésto tenga saltos temporales para ir armando una historia a medias, que obviamente no va a tener mucho sentido desde una perspectiva cuerda, porque para mí es aburrido hasta cierto punto. Espero algún día ser "normal", ser como el resto de las personas que sólo se preocupan por el pan, la familia y nada más. ¿Por qué? Para que las cosas sean más sencillas para mí. Sinceramente, en éste momento poco o nada me preocupa, a excepción de la incomodidad o el peso de tener que levantarme a hacer tareas. Aunque, al mismo tiempo, quiero seguir siendo como soy, pensar es algo que me agrada, pero es un ejercicio que he abandonado al ser consumido por la sociedad y lo que me rodea, desde un punto superficial. Sólo estoy decaído, un tanto desanimado, sin deseos de hacer nada, aunque hace unas horas estaba dibujando, una de las cosas que más amo en el mundo, aunque hace mucho tiempo que mi lápiz y la tinta ya no dicen lo que hay dentro de mí, sólo hay un impulso mecánico que me dice cómo trazar las líneas y echar a volar mi imaginación sin sentido... pero así es aburrido, carece de emoción, de ese algo que le de vida a mis dibujos... nunca lo había pensado así, pero ahora puedo desembocar en ésta idea: "El arte no tiene sentido si no tiene una parte del alma de quien elabora la obra", entonces, con ésta conclusión me siento capaz de afirmar que mis dibujos ya no tienen el pedacito de mi alma que solía ponerle a cada trazo... no, no es lo mismo el esfuerzo y el tiempo dedicado a una obra a la sangre y los besos que el artista talla en el lienzo con los pinceles, o en el mármol con el cincel; simplemente no es lo mismo.
Un suspiro, y otro más tras escuchar la melancólica pasada del piano en mis oídos, esa que me inspira para escribir ésto... pero, puede ser que haya una gotita de mi alma aquí entre éstas líneas, quién sabe, tal vez sí haya.
Estoy bajo las presiones de todo el día, los trabajos, encargos atrasados y prometidos, tareas por hacer, cosas que terminar... siempre la misma vuelta, siempre el mismo lugar, siempre las mismas personas que me miran con recelo y otras que ignoran totalmente mi presencia.
Es de esos momentos en los que no tengo ni la más mínima de qué hacer; mi mano quiere dibujar, pero mi corazón y mente me dicen "¿Y qué harás? Realmente no hay nada que pueda darnos esa inspiración fallecida que sigues buscando", y tienen razón, aunque es amarga.
¿Qué más decir? Carezco ya de imaginación para ponerme a hacer algo... en realidad, me gustaría comenzar a relatar mis ideas frustradas, mis más profundos pensamientos y sentimientos que no revelo ante nadie, y que mejor hacerlo por medio de la internet, en donde casi todo es anónimo porque a nadie le interesa y nadie se preocupa.
Desde hace mucho tiempo
Siempre me he considerado alguien solitario, pero las voces que están a derredor mío me dicen: "No estás solo, siempre hay alguien contigo, aunque tú digas lo contrario. Nos tienes a nosotros que te acompañamos siempre y te damos nuestro apoyo a pesar que no lo creas", pero, ¿Realmente han estado aquí siempre? Claro que no, eso no lo deciden ellos, porque aunque me dan un hogar, un par de sonrisas, ellos están distantes, no veo más que cascarones con un par de manchas.
¿Que si hay alguien para mí? No, realmente no hay nadie que sea para mí, porque nací para estar solo, y lo he comprobado. Me veo incapaz de amar, pero puedo querer.
A veces, cuando tengo breves charlas conmigo mismo, o cuando hablo con quienes están dentro de mí, me siento como un gran lobo que va haciendo monólogos, pero es escuchado y visto por miles de oídos y ojos siempre al acecho, pero que entienden lo que hay dentro de mis palabras. Aunque ese lugar es tenso para algunas personas, para mí es el único lugar en donde puedo perderme sin hacerlo realmente, en donde puedo vagar en mis más desconocidos deseos y sensaciones, esas que están ocultas para todos y todo.
me gustaría estar loco para justificarme de las irreverencias que me animaría a hacer, pero es imposible, ya estoy loco, pero soy astuto, y no quiero ser enjaulado o azotado por esos entes que imagino ahí afuera, esperando que me equivoque paso a paso.
*¿Qué tal si yo no soy un humano? Qué tal si realmente soy una bestia o una criatura fuera de éste mundo? qué daría yo por ser algo más, por ser algo que vive en lo más recóndito de mi alma. *
RECUERDO
Que me gustaba leer, me encantaba hacerlo, ahora ya no lo hago con regularidad ni constancia, pero ahora mis ojos reclaman acariciar los versos de alguna obra, de algo que antes llenaba mi pobre espíritu; esas fantasías de caballeros y reinos, esas aventuras trágicas que entusiasmaban mi corazón. Ahora, no estoy muy decidido por hacerlo, tengo miedo a hacer lo que antes hacía, pero no lo entiendo, es un miedo que no me deja seguir adelante, que me perturba cada vez que pienso en él. Si lo hago, ¿Qué será de las demás personas? Bueno, tal vez debería volver a intentarlo y... sentirme más libre para ser libre.
YA ME IMAGINO...
...Yéndome a dormir en un par de horas, esperando por nada, deseando solamente lo material, lo que envenena al alma. No, no es la venganza ni el odio, lo que envenena nuestro ser es el no poder alimentarla con palabras, el no dejarla salir de ningún modo, encadenarla y darle prisión eterna. Pero, es momento de hacer el cambio, de hablar nuevamente con esas criaturas y seres dentro de nosotros, de explorar ese mundo tan abandonado. Yo, pienso hacerlo, y si caeré en la demencia no quiero ser ayudado, porque ese es mi verdadero yo, mi naturaleza humana.
